22/4/25

Claridad o nube. Antología poética

 

                                                             Fotografía, diseño, edición y dibujos de la autora



Añado estos versos de mi querida amiga MARINA que me dedicó en 2015, inspirada en la antigua fotografía que ahora a pasado a ilustrar la portada de mi libro: 


"Quiero seguir esa huella,
en la misma arena grabada:
por ver a donde me llevan
esas huellas solitarias
quizá sea a tu orilla...
allí donde la magia sueña
donde canta la esperanza:
mas la dicha se acerca."


¡Gracias de nuevo por tanto, Marina!
                               



 




              ¡HASTA LA PRÓXIMA,  AMIGOS!

. INICIARÉ UNA NUEVA ETAPA DE DESCANSO BLOGUERO

 PARA PREPARAR UN NUEVO LIBRO




PODÉIS PASEAR POR LA FERIA DEL LIBRO Y OJEAR EL QUE OS APETEZCA
EN EL BLOG DE

 MANUELA:





3/4/25

LAS FIGURAS DE GABRIEL. Relato fantástico






Este mes El tintero de oro nos propone escribir sobre un tema fantástico. Sólo eso, libre en todo lo demás, pero con un acertijo incluido. 

Irresistible.

Aquí podéis leer más participaciones: Concurso de relatos 46ª Ed. Momo de Michael Ende.


 Fotografía: Welcome - LXN Photography | Lianna Xiaokui Nakashima

"El poder de la imaginación nos hace infinitos"
                                                            J. Muir



LAS FIGURAS DE GABRIEL 

                                                    

 Le llamaron Gabriel porque al nacer mostraba un rostro sereno e inmaculado como un ángel. No lloró. Muy serio, miró a los presentes largamente, con sus recién nacidos ojos completamente ciegos. Las lágrimas torrenciales de la madre surcaron sus rosadas mejillas, dejando en ellas zigzags de melancolía que jamás se borrarían. Más tarde, las caricias maternas  colocarían en aquella piel una danza suave de amor, que iría posándose por los rincones de su memoria como nieve de primavera.

  Gabriel, a pesar de su ceguera, tenía un instinto natural para el movimiento. Su andar no era humano, era el deslizarse de un cisne por el agua. Todo en él era armonía. Había nacido para dibujar con su cuerpo las más bellas melodías del mundo. Por eso, el pequeño, de modo natural, comenzó a bailar hasta con el tiempo, ágil como un antílope y terso como una ola. Coreógrafo de lo imposible, inventaba cada paso; su danza era única en innovación. Llegaba a darle forma, con su cuerpo en movimiento, al canto del mirlo, a la mirada fija de un gato, al choque de dos asteroides o al trajín de una playa saturada de bañistas: toda la vida podía penetrar su cuerpo hasta transformarse en danza: se estilizaba, se esculpía, se retorcía o jadeaba con él.

 El chico fue creciendo imaginándolo todo a través del tacto y el oído. Dotaba de forma y color a todo lo que su cerebro iba interpretando. Poseía una visión interna asombrosa, de la que nadie adivinaba su origen.

 Para demostrar las construcciones que hacía su mente, una vez dibujó a su perro tal como él lo sentía: en el folio apareció la forma exacta de un can, pero sus patas eran estrellas y galaxias sus ojos.

 Los médicos dedujeron que su invidencia era insólita, milagrosa; pues, careciendo de retina, lograba ver la realidad, aunque fuera deformada. En otra ocasión ilustró una rosa: sus pétalos eran alas de abeja replegadas en espiral, y en lugar de espinas tenía pequeños escalones en los que descansaban diminutos seres ciclópeos. Los insectos, que a casi todos repugnan, los veía infinitamente más bellos; les pintaba pequeñas pirámides en la espalda aduciendo que transportaban la música de las flores.

 Sin embargo, a algunas personas las mostraba horrendas, dotadas de colmillos peludos en su garganta y nuca, o embudos en lugar de bocas. A pesar de los rumores acerca de su equilibrio mental, podía desenvolverse con normalidad, incluso trabajar en una compañía como bailarín.

 Gabriel aprendió a habitar en la memoria de quienes lo contemplaban. Su baile era inolvidable, aplaudido en el mundo entero. Pero el joven no era feliz. Hacía meses que una visión se interponía en todo lo que percibía. Se trataba de la imagen de una pareja de bailarines, gigantesca, arrolladora. La mujer era tan hermosa que le turbaba, y su pesar se enamoró obsesivamente. En el hombre, siempre de espaldas, había misterio. Ambos estaban detenidos, suspendidos en la nada.... Un viejo acertijo que nunca descifró le llegaba absurdamente a la mente: 

"¿Qué será será, que aunque nos movamos siempre nos quedamos en el mismo lugar?"*

  La imagen inmóvil e inmensa, de unos 100 metros de altura, insistía en volver al interior de sus ojos ciegos, tal como un faro que girara su luz rítmicamente para encontrarle.

 Hasta que conoció a la bailarina; la compañera que le habían asignado en su próximo ballet: “La leyenda del beso”.

 Era idéntica. Aunque jamás la pudiera ver, la habría dibujado igual que la gigantesca dama. Escuchar el sonido de su voz, puro como las primeras gotas de un glaciar en el deshielo, terminó de corroborar su hallazgo. Gabriel hacía arabescos con el aire, lo reventaba de alegría: la amaba.

 Cuando ambos interpretaron el baile, solos, por primera vez en la sala de ensayos, tuvo que detenerse. En ese mismo instante percibió las inmensas figuras interponiéndose en su realidad. Entonces, inesperadamente, se encontró embutido en el gigantesco hombre, mirando fijamente a la gran mujer, hipnotizado de encanto. Besó con aquellos nuevos labios los de ella.

 Y el placer fue igual de grande que su dimensión. Casi se desmaya. Se sentía crecer, explosionar, romper sus límites, los techos, las paredes... Pero la bailarina también experimentaba la misma felicidad, súbitamente inmersa en aquel cuerpo enorme de mujer. Contemplaba muy abajo, maravillada, los cuerpecillos de ambos besándose en la sala de ensayos.

 La sensación de los bailarines de hacerse más y más grandes a partir de aquel beso, producía un vértigo maravilloso, porque al igual que crecían ellos crecía el amor que sentían.

 Las grandes figuras de la mente de Gabriel, antes siempre detenidas en el tiempo, se acababan de poner en marcha. Se movían, bailaban gozosas… en las dos versiones a la vez, la grande y la humana.

 Cuando terminaron el baile, emergió por la sala el eco de una poderosa cascada; mientras, los dobles gigantes se deshacían y ellos volvían a su tamaño normal. Se soltaron. Se miraron, cómplices. Se rieron.

 El silencio se llenó de burbujas azules. 

 Bailaron de nuevo, esta vez notando sus límites de carne como un placentero regalo. Enseguida supieron que llevaban bailando juntos mucho tiempo, quizá siglos, pues su danza conjunta era el resultado de un aprendizaje perfecto. Los movimientos espontáneos de ambos fluían como un río poderoso, sin resistencia. No sentían los pies. Se deslizaban en una danza sublime, y hasta el aire bailaba en sus pulmones para celebrarlo.


                                                                  ***

* El baile                                 






16/3/25

Cruce de sombras. Micro relato


                                                          Más micros sobre el mismo tema



                                                          CRUCE DE SOMBRAS 


Un hombre camina. Una mujer camina. La playa los sostiene. La brisa les sopla canciones incomprensibles.

Frente a frente, en direcciones opuestas, el inevitable cruce de trenes va a producirse. Pero ellos no se miran. No son más que extraños cruzándose, como millones de seres cada día lo hacen, portando su mochila de pensamientos.

No deben mirarse siendo dos solitarios; no a la cara. Miran sólo sus sombras y enseguida desvían la mirada al frente. Ellas, estiradas, como la prolongación de sus voluntades inconscientes, se cruzan en un mínimo instante en el que el tiempo se frena en silencio. Como si se conocieran desde siempre, se dan la mano y se sumergen en una de las miles de olas que rompen en la orilla cada siete segundos. Bajo su espuma de dibujos alocados se aman, se reconocen, se besan alucinadas. Y una burbuja irisada, fruto de su explosivo amor, emerge a la superficie. Casi nadie puede contemplar aquel mundo inaudito sorprendiendo al mismo sol.

Pero a la vez que nace aquel nuevo planeta sobre las aguas se va deshaciendo, pues los pies de él y los de ella continúan su camino sin pausa. Ambos siguen mirando al frente, medrosos, fríos…

La playa los sostiene todavía. La brisa les sigue cantado melodías incomprensibles:

Un hombre se aleja, una mujer se aleja. Sus huellas sobre la arena, ciegas, paralelas, se las lleva una lengua de mar, memoria de todo lo que no fue.


                                                                  ***

15/2/25

Habito en tu boca

                                 El beso, fragmento del cuadro de Gustav Klimt (1907)


                           
                      Creación para Campirela y su propuesta juevera sobre el amor:

                                 No os perdáis las demás participaciones en su blog

                     

 

                                                 HABITO EN TU BOCA


Caminé por un puente de libélulas hasta besarte tan dentro tuyo que ni tú has encontrado mi beso rodando por los caballos de tu sangre. Me he instalado aquí, entre las letras de tu boca; pero no ahora que me estás besando apasionado en el sueño amarillo de esta loca vida; sino antes y después. Siempre. 

Porque aunque no lo sepas, siempre me besas..., me besas dormida, despierta, mirando al vacío...

Besas las tortugas que ocultan mi tristeza, el oleaje nervioso de mi cuello, ¡las gaviotas que escapan de mis labios! 

Besas mi existir cual día sagrado, fervorosamente.... Perennemente me estás besando, desde que nací. Y vivo en tu boca; y viajo sobre el húmedo delfín de tu lengua, y se me abren las aguas azules de la certeza al amarte y beso en tus labios el sentido de las cosas, y, aun, ¡aun te amo más...!


 A veces, al ponerse el sol, yo me recojo en los límites tiernos de tus labios, ondulándome cual maullido en la noche.  ¿Me ves? No puedes. Sonrío asomada en la comisura de tu labio, besada, lamida otra vez por ti sin que te des cuenta, salvo por un sabor a almendra dulce que reconoces. Entonces en tus sueños te voy besando más y más dentro...

¡Ay esa boca tuya... besada y besada por mí hasta encontrar a Dios...!

Despiertas y me besas... Te beso... y no importa ya quién es quién... 


                                                         ***



13/10/24

Nostalgias de la pura belleza: VIDA


                                           Foto de cabecera del blog: Valle de Benasque 



                                                 Mirando al valle del Tena, agotada y feliz... tras cinco meses de caminar.



 Hola, amigos todos:

Como sabéis no tengo mucho tiempo. O sí lo tengo pero está repleto de quehaceres. Cuando publico intento ser muy selectiva, busco entre mis escritos lo más selecto, lo retoco, lo pulo, porque me encanta la literatura. Pero también hay otras "partecitas" mías que quieren "salir", más íntimas, más prosaicas también. Una de estas partes es mi lado amante de la naturaleza.

 No dejo de recordar la gran travesía que hice hace cinco años con mi marido durante cinco meses a pie por las montañas de los Pirineos. Sin turismo de hotel, durmiendo en tienda de campaña, cargando con nuestras cosas a puro golpe de voluntad por toda clase de terrenos, paisajes, pueblos... 

 Me sentí llena, viva, orgullosa de mis pasos, y plena como nunca.

 Miraba hacia atrás y observaba lo andado, un camino largo que se perdía a lo lejos... Las montañas recorridas se hacían pequeñitas, me saludaban.... como a una vieja compañera de camino.


                                                               Siguiendo la Sierra de las Cutas (Ordesa)


 Todo tenía un nombre nuevo: las plantas, los animales, los insectos, los árboles, los ríos,  las personas...; un nombre diferente al que damos los humanos: misterioso, bello, desconocido. Un nombre que no se puede pronunciar con palabras.

  Vida.

 Vida en mil facetas asombrosas. Inasible; cambiante; infinita; nueva siempre. Fresca; desafiante, curiosa.

 Maravilla de sentir; de formar parte de un todo:

 Ahora salta; ahora descansa; ahora trepa; ahora bebe; ahora duerme; ahora sufre; ahora goza. Ahora... Sé sólo tú; aquello que aun no conoces...

 Y selo TODO.

 Os invito a que descubráis vuestra alma en contacto con la soledad pura de la naturaleza. La libertad estará muy cerca.

 Yo la añoro... todavía...

 Ayer, simplemente, cerca de casa, escuché las hojas de los álamos temblones al viento... iluminados por la luces últimas de la tarde. Contra el cielo azul, de la mano de los últimos pájaros cantores... Aquella música serena me murmuraba....

  Siempre, siempre estamos rodeados de Amor y Vida...



VIDA

 

 

Una gota de luna,

 

y otra,

 

y otra,

 

y otra...

 

cayendo,

 

a golpe de pura luz

 

 sobre mi alma.

 

 

 

Me empapa el sueño del álamo blanco...

 

 Soy un pájaro en la noche,

 

que no duerme...


Pía en su mente

 

 a las estrellas.

 

 

Mañana,

 

gota a gota,

 

me derramaré cantando

 

por las comisuras del alba,

 

mientras las nubes germinarán, 


-poesías sin letras-

 

sobre mi boca.

 

*








1/4/24

Palabras (poética)

 

                                                            Pintura: Jose De la Barra

 

Para homenajear a la Poesía. Iniciativa de Merche en el Tintero de Oro:  

Día Mundial de la Poesía. ¿La homenajeamos? (concursoeltinterodeoro.blogspot.com)


PALABRAS  (Mi Poética)

 

Voy caminando mientras encuentro palabras....

atrapadas

en las crines soñolientas de los caballos,

 en los aullidos concéntricos del agua...

en la lluvia que acaricia la mejilla de un limón.


Palabras...

Si pudiera

 hacerme con vosotras un traje gigante,

transparente

como un planeta de agua.

Si pudiera derretirme en vuestro ocaso

saturado de significados,

y verterme por la alegría de un pino...

y salir por la lágrima de un niño...

 

¡Palabras!

Sois mi espada de ríos, 

la mano que pone adelfas en mis labios,

la gacela que pasta un pedazo de inmortalidad

 entre la nieve.

 

Palabras... 

me ama vuestra niebla con frágil arrebato;

                      me enardecen vuestras secretas, doradas, 
                                  enigmáticas abejas...                                                                                                                                                                                          libando de mi boca hasta sacar...

¡mi corazón hecho verso!


     *

22/6/22

La gota de Rosana. Relato breve

ENCUENTRO CON EL MÁS ALLÁ (idea de J. Antonio Sánchez Romro)


El matrimonio Smith tenía sendos índices dando vueltas sin ton ni son sobre un vaso. Sus cuerpos temblaban. Hasta la mesa que sostenía aquel encuentro con el ente se estremecía por tanta furia espiritual. Con la mano derecha y con letra nerviosa y casi ilegible, la señora Smith apuntaba a toda velocidad cada letra que la flecha de la ouija ordenaba tajante. Para ambos, era su primer encuentro con el más allá .

El perrito Ezequiel dio un repentino gemido y se aproximó a su dueña, lamiéndole la rodilla. El vaso detuvo bruscamente los dos dedos sudorosos y la flecha apuntó directamente al marido. Un silencio apabullante pendía sobre los dos: 

"Quiero el divorcio", se leía claramente en la nota escrita.



LA GOTA DE ROSANA


Ramiro y Julia coinciden esa noche en el pequeño ascensor. Son extraños, y en ambos hay cierta tensión al quebrarse sin remedio su intimidad espacial.

-Hola, voy al último.

-Yo también.

-No le conozco, ¿vive aquí?

-Sí, desde hace años, ¿y usted?

-También.

El ascensor comienza a elevarse, parsimonioso, regodeándose en cada puerta que acaba hundiéndose bajo los pies de los desconocidos. La máquina se sigue tragando más y más puertas idénticas. Y el silencio entre ellos se dilata como un globo, hasta que, finalmente, estalla cuando Julia pregunta: 

-¿No deberíamos haber llegado ya al séptimo?

-Sí, parece que esto tarda mucho en llegar. Qué raro...

 Pasan cinco minutos. Están nerviosos. La caja sigue subiendo. Pasan diez, veinte, treinta… Más nervios. Suben y suben... Pulsan el botón de emergencias, pero no funciona; tratan de bloquear el ascensor con sus llaves: sin resultado. Gritan; gritan más fuerte aun... Nadie los oye. La caja sube. Sube y sube inexorablemente. Han subido tan alto que los teléfonos no funcionan ya. Están aislados, fuera del mundo. Vacío. Perplejidad inoculándose en sus ojos.

 Después de entrar en pánico los primeros días, lograron calmar los nervios. Los siguientes, hablaron de todo. Se llegaron a conocer como hermanos del mismo vientre. Se enamoraron también. Pero el ascensor seguía subiendo y subiendo como si no tuviera la menor intención de detenerse jamás, ajeno a las menudas voluntades personales, y obedeciendo una ley secreta y fatal.

-¿No te sucede que toda tu vida has creído estar marcado por el dolor?  -preguntó Julia, mirando hacia un infinito imaginario.-

-¡Sí, es un pensamiento recurrente! Y esto es la demostración. Míranos. Vamos a morir aquí, y nadie lo sabrá jamás. ¿Qué podemos hacer?

-Nada... -dijo Julia.- Sólo esperar.

Después de un año aun vivían. Estaban sorprendidos de no haber muerto  de claustrofobia, inanición o desesperación.

Al fin, como esperaba la mujer, el ascensor se paró. Lo supieron porque retumbó y dejó de oírse el leve motor de fondo.

Se abrió la puerta. Entraron en una gigantesca sala rosada, de paredes blandas, carnosas y atravesada por multitud de enormes cuerdas negras que emitían chispazos de colores. Por toda la estancia había un sonido de alas veloces, como de palomas a la fuga.

Les recibió un hombre alto, calvo y sudoroso, con un pitillo en la boca.

-Ah, ya habéis llegado.

-¿Dónde estamos?

-Vaya, dos idealistas…, -pensó el encargado.- Siempre me tocan a mí… -Entonces, con mucha parsimonia, les explicó- En el cerebro de Rosana. Sois un impulso eléctrico que viene de su dedo gordo. -Se concentró y leyó en sus ojos como en un libro- ¿Veis? Aquí pone “Dolor”.

-Venga ya. Esto es una locura. ¿Somos un impulso de dolor?

-Sí. Y en cuanto trasmita la orden, desapareceréis.

Los dos se abrazaron, desesperados, con una fuerza inaudita.

El encargado suspiró pensando que algunos impulsos nerviosos, en sólo un microsegundo, ya se habían creído sus propios sueños.  

Dio la orden y Rosana emitió un formidable chillido de dolor ante su primer ataque de gota. 



****

25/5/22

Tiempo

 

 


                                    

Tiempo. Obra a tinta del pintor Pedro Sacristán: Página del autor


La palabra Tiempo es la escogido por nuestra anfitriona Sindel para que poeticemos, hablemos, meditemos, sobre él..

PALABRAS DE SINDEL


La oruga avanza con un reloj en cada antena sobre su hoja planetaria.

El sol hunde su risa de niño en el ombligo de la noche.

Sale el cangrejo. Jadea un feto. Exhala el tren un adiós de hierro...

Vira el velero.

Un perro olisquea el fantasma de una rosa.

Se posa una bandada de lágrimas

en un ciprés.

Ella le besa a él…

El tiempo trabaja

con arrugas en los dedos…

 

El mar duerme y se despierta

dentro de un cuento

que descubre un niño

en el cajón de su abuelo.

Cabalga el mar

sobre peces ciegos

hacia la luz azul de los ojos del nieto...

 

Tiempo…

 

Vosotros os columpiáis.

Nosotros nos columpiamos…

Ellos se columpian

todos en fractales

que vienen y van…

Van y vienen en remolinos agudos de gloria,

estela de semillas prístinas,

coros de renovación.

 

Vuestras manos,

nuestras manos,

sus manos...

son sueños de niños que cantan

agarrados a la mano del tiempo.


-Los dedos del tiempo tienen alas.-

 

Corren los segundos como hormigas

 atareadas

por un reloj detenido,

gigantesco,

                             congelado,

en la hornacina de Dios.

Tiene ya mucho polvo

extasiado

flotante…

Y él se mira en él;

de un soplido lo expulsa,

y en un suspiro lo vuelve a crear:

 Tiempo.


*



21/4/21

Bandoneón azul (relato breve-no fantástico)


                                     Fotografía de Fernando Álvarez, cuyo blog de fotografías de la naturaleza es, sencillamente, imperdible:

                                                    Fernando Álvarez foto-blog 

 

                                   

                                                     BANDONEÓN AZUL

 

 Ella no ha dormido; una balada asola su mente una y otra vez: es él... tocando con su bandoneón y cantando: "Vení; volá conmigo". ¿Qué sucede?, se pregunta, asustada. Afuera, el mar gime oscuramente. 

 Enciende el fuego. La luz del alba se cuela por las rendijas con mano desleída y fantasmal. Siente un tamborileo siniestro en el corazón, que se acelera. Tiene miedo; intuye algo indefinido, terrible. Por la ventana mira la oscura espuma del mar, agonizando en la arena como un delfín varado. Olas solitarias se preparan para gemir por sus párpados. 

 Él la está buscando en sus recuerdos mientras el temporal se lo ha tragado, vorazmente, hasta hundirlo en el mortal lecho marino. La mano de ella se ha desprendido de la suya, y ahora se eleva hacia la superficie, quedando a la deriva, como un recuerdo flotante que se aleja... "Vení, vení, volá conmigo", se escucha a sí mismo cantar. Mientras, el agua inocula en sus pulmones la angustia, y luego sueña el sueño lento de un cisne, que despierta y con el pico lo arrastra por la camisa, más allá del fondo del mar..., hacia el fondo de los fondos. 

 Ella atiza el fuego. Sabe que cuando vaya al puerto jamás llegará su barco. Mira las cenizas, y luego al cristal golpeado por el temporal. Detrás, en azul muy oscuro, casi negro, los brazos del mar tiemblan arrepentidos bajo los gritos de los charranes.

 Las ascuas revuelven sus recuerdos. Han pasado veinte años desde entonces..., pero la brisa sigue oliendo a él. Sale. La playa le ofrece su calma horizontal, materna, una vez más. Se arrodilla en la arena. Comienza a entonar la vieja balada que él le cantaba: "Loco, loco, loco...". Y su voz débil y entrecortada, apenas un aleteo de gaviota herida, vuela errática hasta perderse en el gran bandoneón, azul y melancólico, del mar.


                                  Balada para un loco. Piazzola-Horacio Ferrer

                                  Balada que cantan los protagonistas de esta historia



Añado este hermosísimo poema, escrito por Eli, porque me parecen las palabras perfectas que mi protagonista diría ante el mar, tras cantar su canción...


DESPEDIDA


Era suyo el horizonte

cuando bordaba con hilos de plata

las siluetas de los barcos en la lejanía.


El naufragar impaciente en pos de una caricia.

Los puertos y las esperas

 inútiles.


Como sombreros que se agitan al viento.

Suyos,

los castillos de arena

tan altos como sueños.

Las grietas saladas en surcos inabarcables.

La osada ilusión de los graffitis

corroídos en el tiempo.

Era suya

la impetuosidad del océano

tan fatal

como el adiós. 

*

Eli Méndez: Blog de Eli

                                                                ***

18/2/21

.

 


                                  BLOG EN REPARACICONES. DISCULPEN LAS MOLESTIAS


 

10/1/21

De luces... con Ginebra


"No esperes que la luz del destino ilumine tu vida, ilumínala tú." 

        Alejandro Jodorowsky

 


 Prosa poética para el reto de Enero de Ginebra, donde la Luz es la protagonista:

Ginebra



                                                        LUCES...


 Más allá de la niebla que envuelve al mundo existe el gozo.

 Lo conocen las ondas del mar atravesando el infinito hasta llegar a mis pies.

 El gozo de la flor es mi vestido perfumado bajo el quietísimo cielo.

 Trepo, como una hiedra por la vida, enzarzando, apasionada, mi corazón a los árboles, mientras alguien pronuncia mi nombre con voz de agua.

 El mundo refulge...

Destella el agua; destella el acentor sobre el agua; destella el cielo que sostiene el piar del acentor entre sus dedos azules… Y de ellos una nube inquieta brota...

 Inclino mi frente como el girasol en la noche. Todo es belleza.

 Las montañas lloran oro por su cima. Los niños gritan, y como la hierba, escriben su alegría en verde intenso.

 Fíjate: cuando vuela la paloma, siguen sus alas en el azul, aunque ella acabe de posarse.

 En la pletórica noche cada estrella es una palabra divina. Giran, crecen, ríen, se aman... Las busco.

 Quisiera alimentarme sólo del gozo de los astros. 

 

                                                            * 

 

Gracias, Ginebra. Es un bello honor tu reconocimiento.

Ginebra

10 enero del 2021

9/1/21

De gatos. (estampa poética)

                                 

                                               Ilustración: Clara Sánchez Romero

 

 

 MI GATO MOTAS


 

Mi gato Motas solía poner presentes a mis pies.

Una vez me trajo un ratoncillo.

 Una ilusión emocionada de su gallarda destreza, sólo para mí. 

Aún vivía. Lo liberé.

Mi gato sabía que no compartíamos gustos en cuanto a regalos... Pero no podía evitarlo.

  Tomé a mi gato, profundo como un sueño del mar, y le besé el hociquillo áspero; y amé su gatuno maullido de triunfo. Luego, deposité el recuerdo de su salvaje lealtad en un hueco de mi ventrículo derecho que dice: "regalos peludos".

  Mi gato Motas murió sin ruido, con el sigilo de su especie. Con elegancia, cerró las puertas de sus infinitos mundos terrestres, y se deslizó ágilmente por la gatera celeste.

  Yo no sé por qué espacio lejano deambula él con sus patitas de algodón. Pero muchas veces, cuando menos lo espero, tumbada en el bostezo de mi sofá o guisando las ideas de mi sesera, escucho una lejana vocecilla, delicada como una bruñida caracola, deslizándose sinuosa por mi oído hasta dejar un dardo de polen en mi pecho:

"Miaauuuuu..."

 Y sé que es él, llamándome quedito... barriendo con su cola los suspiros de las estrellas.


                                                               *

 

 

 Dibujos: Clara Sánchez Romero (mi hermana) https://www.instagram.com/clara.s.r/                                                                              

 

Y A AQUELLOS QUE AMÉIS A LOS GATOS OS REGALO ESTE LIBRO SOBRE ELLOS, DEL GRAN ETÓLOGO DESMOD MORRIS (para mí es el más completo que he leído. Te sorprenderá)


OBSERVE A SU GATO: https://drive.google.com/file/d/1psU8UyKYKemTWM1qgBn0CpJcqHh8oKiq/view?usp=sharing